jueves, 12 de diciembre de 2013

DE REGRESO EN UNA NUEVA ETAPA



Hace unos días que llegué a Angola y a la Parroquia de Lumeje Cameia y queria compartirles algo de lo vivido en este tiempo.
La llegada a Luanda, capital de Angola, coincidió con la muerte de Nelson Mandela, que a esta altura si alguien no sabía mucho de él supongo que ya está bien informado. Eso fue muy significativo para mí, que desde la fé quiero servir a este pueblo para que el Reino de la libertad, de la Paz y el Amor sea una realidad, donde todos puedan vivir con la dignidad de hijos de Dios, reconociéndose como una única familia. Y quién más que Mandela  luchó y dio su vida para esto?
En Luanda  me encontré con algunos argentinos que están como voluntarios con los salesianos, y al compartirles lo que empezó en Buenos Aires con la comunidad Iglesias Hermanas para misioneros ad gentes, se sintieron identificados con la propuesta y seguramente se conectarán al volver para Argentina. Luanda sigue impresionando por la cantidad de gente, los embotellammientos eternos, los barrios inmensos que se extienden hasta donde se pierde la vista, que son como una inmensa “favela” con el contraste escandaloso del lujo de algunos edificios, hoteles y autos que compiten con los mejores del mundo. Es una ciudad desafiante en todos los aspectos, mucho mas para la evangelización y para tornar humano y fraterno este ambiente desintegrado, desigual  y anónimo.En fin, extrañaba la tranquilidad de mi pueblo de Lumeje.Despues de viajar a Luena por avión (son cerca de 1200 km), fui en la camioneta que atravesó 100 km de barro, pozos, agua y arenales. Estamos en la época de lluvias,lo que dificulta bastante andar por estos caminos que parecen olvidados de cualquier plan de reparaciones desde hace muchos años. Así llegué a Lumeje despues de más de 4 horas de viaje.
Las primeras novedades de la comunidad  fueron muy lindas. Había algunos esperando, especialmente del grupo de los chicos (monaguillos y de la Infancia Misionera). Estos chicos estuvieron haciendo recorridas por los barrios del pueblo “evangelizando”, despues de haber sido enviados en la última Misa antes de mi salida en Noviembre. Contaron sus experiencias, lo que me recordaba el regreso de los discípulos después del envío de a dos que hizo Jesús. Tambien los catequistas (adultos que son los responsables por la pastoral) contaron su experiencia, pues ellos fueron enviados a las aldeas donde fuimos fundando nuevas comunidades. Ellos tambien estaban contentos y entusiasmados para continuar con este servicio de evangelización.  Fue una alegría ver que asumieron el compromiso de ser discípulos misioneros con tanta alegría. Tambien el Consejo de la comunidad se reunió para organizar algunas actividades para vivir mejor el Adviento. Todas estas cosas son señales muy positivas de crecimiento de esta comunidad que hasta hace un año estaba prácticamente parada. 
No tuve mucho tiempo para “desensillar”. Esa misma tarde aparecieron varios para saludar y contar estas novedades. Al día siguiente, en la Misa del domingo conté algo de lo vivido en Bs. As., con el surgimiento de la comunidad Iglesias Hermanas y el cumpleaños de mamá con toda la familia reunida. Tambien los monaguillos estrenaron las albas que por la generosidad del Padre Toto pude traer desde Bs. As. Estaban felices.
En estos últimos días estuve en Luena, la capital provincial, para unas reuniones programadas con los misioneros de toda la diócesis. Un tema importante es el sínodo diocesano que convocó el Obispo para el 2014, que tiene como objetivo encontrar juntos líneas comunes para la pastoral diocesana, ya que los últimos años han ido llegando misioneros de diversas partes, cada cual con sus experiencias y es necesario estar unidos en el ideal de Iglesia que nos pide Jesús. Otra novedad es que está en estudio la posible división de la Diócesis, que tiene un territorio inmenso, para que sea más fácil acompañar la vida de las comunidades y el crecimiento de la Iglesia en todas partes. Para eso está estos días el Nuncio Apostólico visitando el territorio y las Parroquias que abarcaría la posible nueva Diócesis.  Tambien reunimos con un a comisión de las comunidades cristianas, de la cual formamos parte Alba y yo, pues estamos lanzando un trabajo de formación para todos los Consejos Pastorales de las Parroquias de toda la Diócesis, para difundir un nuevo directorio para las comunidades cristianas, buscando crecer como Iglesia ministerial y en la consolidación de las comunidades de base. Es un gran desafío y es parte de esta búqueda de tener una línea común de pastoral.
Como ven,  hay para divertirse. Ahora iniciamos una “misión “ en los barrios del pueblo de Lumeje, para anunciar el nacimiento de Jesús  por las casas y pasar la película  del Nacimiento en cada uno de los 7 barrios del pueblo. La fiesta del 25 de Diciembre es bien conocida, pero pocos saben por qué es la fiesta. Los que van a  llevar adelante esta misión son los chicos de la Infancia Misionera, apoyados por algunos jóvenes.
Aprovecho para agradecer a todos los que encontré en Noviembre en Bs. As y que ayudaron con su disponibilidad y generosidad a que me sienta más acompañado por la Iglesia que envía, especialmente a traves de la comunidad Iglesias Hermanas. Creo que es una nueva etapa en la misión ad gentes desde Bs. As. y en el crecimeinto de la conciencia misionera. Ojalá sigamos creciendo!
Un abrazo grande a todos y que El Niño Jesús, con María y José les llenen el corazón con la Paz del Padre.

P. Ignacio Copello

2 comentarios:

  1. Dios te siga llenando el corazón de generosidad para ser testigo de una Iglesia Fraternal, Humana e Inclusiva!!!!

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    1. Bienvenido a su Lumeje y junto a su gente querida P. Ignacio!
      Feliz Navidad

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